La nueva disciplina psíquica de los Caballeros del Caos, anunciada en warhammer-community, ofrece una muestra de su poder en su último artículo. Ya se dio aviso de que Caballero Abominable sería el primer Caballero Psíquico, ahora podemos ver algunos de los poderes que tendrá a su disposición aunque, como veremos más adelante, no será el único que pueda hacer uso de ellos.
Como introducción, los Abominables podrán manifestar dos poderes psíquicos y conocerán dos de ellos de la nueva disciplina, además del omnipresente Castigo. Es decir, su capacidad psíquica no tendrá nada que envidiar a la de muchos Hechiceros del Caos.
Vientos de la Disformidad
Una tempestad localizada de energía empírica se manifiesta alrededor del Caballero y sus escoltas, derribando los proyectiles enemigos en relampagueantes destellos y sellando los blindajes dañados con su efecto mutagénico.
Este poder confiere al psíquico una tirada de Ignorar Heridas de 5+, superior a la actual habilidad similar de la Casa Taranis. Además, si el chequeo psíquico tuvo un resultado de 8 o superior, el poder se convierte de facto en un aura que afecta también a los Perros de Guerra cercanos, aunque con menor efecto.
Así, un Caballero que conozca este poder no sólo se vuelve mucho más resistente a todo daño que el oponente le pueda infligir (lo que viene muy bien contra la actual variedad de ataques que superan incluso las salvaciones invulnerables) sino que con algo de suerte puede conferir parte de esa protección a sus siervos.
Lluvia del Rencor
Una maligna lluvia negra cae sobre el enemigo entre vientos que aúllan con odio. Ya es suficientemente horrible que esta lluvia sea gélida y cegadora, siseando agresivamente al caer sobre armadura y carne, además, al empapar los cuerpos de sus víctimas también los embota y ahoga lentamente sus almas.
Esta terrible maldición impide a una unidad enemiga efectuar disparos defensivos o preparar la defensa, pero su más terrible efecto se percibe al emplearlo contra hordas numerosas. Cada vez que una miniatura de la unidad afectada sea destruida, hay que añadirle un contador de Lluvia del Rencor. Al final de cada fase los contadores se retiran, pero el jugador hace una tirada por cada uno de ellos. Por cada resultado de 5+, la unidad sufre una herida mortal.
Este poder no solo deja vía libre a los Caballeros del Caos para asaltar a cualquier unidad sin importarle su capacidad de fuego defensivo, sino que por cada baja infligida hay una probabilidad de causar otra más al final de cada fase. Las grandes unidades de infantería, como Orkos, Necrones o Tiránidos, pueden verse mermadas mucho más rápidamente de lo que esperan mientras la Lluvia del Rencor reclama más y más víctimas.
Por si fuera poco, la capacidad psíquica de los Caballeros del Caos sigue respaldada por un viejo conocido, antes la Reliquia conocida como Pirotrono Tzeenchiano, ahora uno de los nuevos Favores de los Dioses Oscuros:
El efecto del Pirotrono sigue vigente, pues concede a un Caballero del Caos la clave Psíquico, la capacidad de manifestar el poder Castigo y también la de negar un poder psíquico enemigo. No obstante, ahora también concede la clave Tzeench y otorga un poder de la disciplina Tormenta Disforme.
Si el receptor es un Abominable, el Pirotrono aumenta su capacidad psíquica a cotas solo alcanzables por los hechiceros más poderosos. Además, si el Caballero se muestra digno haciéndose con el favor de Tzeench, del modo que ya vimos en un artículo anterior, podrá repetir un chequeo psíquico en cada una de sus fases psíquicas, convirtiéndose en un gigante tanto física como metafísicamente.
CIB 