Escudos Iónicos

Los Caballeros Imperiales tienen una gran resistencia pero su efectividad se ve seriamente mermada conforme sufren daños, por lo que están dotados de un dispositivo generador de escudo de iones que rechaza los disparos enemigos antes de que lleguen a tocar su piel de adamantio.

Escudo Iónico
Este artefacto proyecta un campo de fuerza alrededor de la voluminosa figura del Caballero. Se trata de una protección limitada, pero de gran ayuda para evitar impactos que de otro modo traspasarían su blindaje y dañarían gravemente sus sistemas internos.

Gerantius, el Caballero Olvidado

Los Nobles pilotos deben dirigir esta protección hacia el flanco por el que esperan el ataque, con lo que la defensa ofrecida por un Escudo Iónico es directamente proporcional a la habilidad del Caballero. Para la mayoría de Caballeros este escudo sólo ofrece una protección relativa, por lo que los ataques continuados de armas pesadas suponen una gran amenaza. Para sobrevivir debe maniobrar con precaución y evitar que el enemigo pueda concentrar el fuego sobre él.

El Escudo Iónico estándar es inútil en combate cuerpo a cuerpo. Si bien la tremenda resistencia de un Caballero supone de por sí una defensa eficaz, no faltan enemigos capaces de abatir incluso a alguien de su tamaño, especialmente si tienen la ventaja de haber asaltado primero. Esto hace doblemente necesario cuidar la posición del Caballero y la de los enemigos que podrían ponerle en apuros a menos que él los destruya antes.

Hay leyendas sobre guerreros que forman verdaderos Baluartes Iónicos con sus escudos, casi inalcanzables por el fuego enemigo, una habilidad sólo al alcance de los más grandes Caballeros.

El Santuario es una antigua Reliquia que extiende la protección de un Escudo Iónico estándar a corto alcance, muy indicado para los Caballeros que planean acometer al enemigo en cuerpo a cuerpo y especialmente aquellos que han de enfrentarse a oponentes cuyo poder rivalice con el suyo.

Sea como sea, la Estratagema Rotar Escudos Iónicos confiere a los Caballeros la habilidad de optimizar el ángulo de sus barreras defensivas, aumentando su protección. Al igual que otras Estratagemas ésta solo puede utilizarse una vez por fase de juego así que, ya sea combinado con alguno de los casos anteriores o no, hay que utilizarla sabiamente para proteger al elemento más importante de tu estrategia en cada momento. Un Helverin, un Cruzado o un Castellano suelen ser blancos fáciles ya que tienden a mantenerse en posiciones de disparo, pero quizá sea mejor reservar la mejora de los Escudos Iónicos para el Archa de Guerra, el Gallardo o el Errante que están en primera línea a punto de iniciar un asalto.

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