Dreadblades, los Aterradores

Como ya se había anuciado y así comentamos en un articulo anterior, el siguiente atisbo del Codex Caballeros del Caos que llega de parte de warhammer-community hace referencia a los llamados Dreadblades, que Games Workshop ha traducido como Descastados, aunque Aterradores se acercaría más al espíritu y a la letra. Estos caballeros son el oscuro reflejo de los Freeblades, aquí traducidos como Desarraigados; individuos solitarios que trazan su camino de destrucción y miseria al margen del escaso liderazgo de las Casas Caídas, Señores del Caos o cualquier otro que pretenda erigirse en su líder.

El artículo nos ofrece la historia de algunos Aterradores de Renombre pues a pesar de sus trastocadas lealtades cada uno de estos guerreros ha pasado por verdaderas calamidades, o las ha provocado, para llegar a verse arrastrados a su propia cruzada personal.

Odio de Krastellan
Un raro ejemplo de desgracia en la honorable dinastía Hawkshroud. Era el nombre de un título cuyo portador debía llevar a cabo las acciones más deshonrosas exigidas por su alta realeza. Resulta difícil imaginar qué órdenes podrían provenir de una Casa ilustre por su defensa del Imperio hasta el último hombre que pudieran ser tan ignominiosas, pero en ocasiones los enemigos del Imperio se encuentran entre sus propias filas. Fue el Odio de Krastellan quien barrió ejércitos imperiales enteros por sospechas de traición, quien hizo caer un castigo apocalíptico sobre poblaciones planetarias por el delito de haber fallado en sus cotas de producción o de reclutamiento para los frentes de guerra. En el milenio 34, el Trono Mechanicum de este Caballero no pudo soportarlo más; los espíritus que lo habitaban clamando por la locura que suponía volver sus armas contra aquellos a los que habían jurado proteger siglo tras siglo. El desafortunado noble del Odio de Krastellan tuvo que sufrir los remordimientos de todos sus antecesores y su decisión de no seguir sirviendo como verdugos. Se nombraron a sí mismos los verdaderos señores de los Hawkshroud, pues durante milenios habían llevado a cabo las tareas que ningún otro camarada había querido ni podido realizar. Declarada enemiga de su propia Casa y en rebeldía, esta armadura maldita quedó atrapada en una larga espiral de locura y traición.

Señor de la Perdición
Por contra, casos como el del Señor de la Perdición son tristemente frecuentes, pues alguna u otra variante de captura y tortura ha caído sobre los Caballeros Imperiales a lo largo de la historia, como ocurriera con la Casa Cerberan. En este caso due la Casa Daitan la que cayó víctima de las maquinaciones del Mechanicum Oscuro durante la llamada Catástrofe Mnos. Los siniestros servidores del Caos inmovilizaron las armaduras y a sus ocupantes en una forja de almas, y los mantuvieron durante un año expuestos a los horrores de la disformidad. La agonía fue tan abrumadora que los nobles, pese a haber soportado más de lo que ningún otro habría podido, empezaron a morir desgarrados, reventados incluso, por las manifestaciones físicas de la disformidad que azotaba sus mentes, y con cada muerte su alma torturada repartía su sufrimiento entre los supervivientes hasta que sólo quedó Kiro Daitan. Los siervos del Mechanicum Oscuro habían guardado el peor final para el último, pues éste fue encerrado en su propia montura, con su mente poseída por el torbellino de dolor y sufrimiento de todos sus compañeros para siempre. Así crearon su obra maestra, un Caballero desquiciado y movido únicamente por su ansia de venganza, incapaz de distinguir amigo de enemigo, una máquina de destrucción a la que no tenían más que liberar ante las filas de quienes se les opusieran y apartarse de su camino.

A la hora de jugar partidas de Warhammer 40.000 parece que las reglas de los Aterradores funcionarán de modo muy similar a las de los Desarraigados Imperiales, pero mientras que aquellos representan sus características únicas mediante Virtudes y Pesares, los Aterradores dispondrán de Pactos y Maldiciones. Incluso el método de selección de estas características podría ser poco menos que idéntico. No obstante los Aterradores no renuncian a su Ambición por ser Iconoclastas o Infernales, de modo que parten con una regla especial de base de la que los Desarraigados carecen.

Camino hacia la GloriaMuchos Aterradores reprochan al destino su suerte, pero algunos deliran con un futuro en el que se alzan sobre sus enemigos vencidos como el más grande Caballero que el universo haya conocido. Camino hacia la Gloria representa la voluntad de este noble caído de imponerse sobre los mejores de entre sus adversarios, haciendo sus ataques mucho más precisos contra Personajes y enemigos Titánicos.

Armazón GalvanizadoA menudo, los Aterradores atraen a su causa a otros renegados y traidores a la causa imperial, que les ofrecen su servicios a cambio de toda clase de pactos blasfemos. Muchos Magos del Mechanicum Oscuro ven en estos individuos una oportunidad para probar sus experimentos de ingeniería demoníaca. Blindaje Galvanizado mejora la defensa del Caballero contra armas de bajo factor de penetración, volviéndole casi inmune a la saturación de armas de baja potencia. Esto arrebata al enemigo uno de los pocos recursos disponibles para detener a estas monstruosidades.

DesamparadoIncluso entre los traidores, hay Caballeros tan mezquinos y taimados que se han ganado la desconfianza de todos. Un Desamparado no recibe apoyo, pues nada se espera de él ni él lo espera de nadie, y no podrá ser afectado por ninguna Estratagema mientras esté bajo el efecto de esta Maldición.

Aterradores

Cada vez quedan menos secretos por ser revelados. Pronto sólo quedará contar los días hasta ver a esta nueva amenaza en el horizonte y presenciar cómo la balanza se inclina en favor de las fuerzas del mal cuando reciba el peso de los Caballeros del Caos.

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